El taller artesanía raíces del Teide es un proyecto familiar que nació hace más de 14 años, con el objetivo de recuperar y valorar el patrimonio natural de Tenerife.
Su fundador, José Luis, es un apasionado de la madera y de los árboles, especialmente del nisperero, una especie endemica de la isla que produce unos frutos deliciosos y nutritivos.
José Luis empezó a recolectar las raíces de los nispereros que se iban talando por diferentes motivos, y se dio cuenta de que tenían un gran potencial artístico.
Con la ayuda del maestro artesano Rafael Saigi, aprendió a tornealas y a sacarles el máximo partido, respetando siempre su forma original y su personalidad.
Así nació la idea de crear objetos decorativos con estas raíces, que son verdaderas obras de arte naturales.
El proceso de elaboración de cada raíz es largo y cuidadoso. Primero se seleccionan las raíces más adecuadas para cada proyecto, teniendo en cuenta su tamaño, su forma y su estado.
Luego se limpian y se desinfectan, para eliminar cualquier resto de tierra o de insectos. Después se someten a un proceso de secado natural, que puede durar varios meses, dependiendo de la humedad y la temperatura.
Una vez secas, se tornean con delicadeza y precisión, para resaltar sus curvas y sus detalles.
Finalmente se barnizan con productos ecológicos y se les da el toque final, que puede ser una inscripción personalizada o un accesorio decorativo.
El resultado son unas raíces únicas e irrepetibles, que tienen una gran belleza y una gran fuerza expresiva.
Cada raíz cuenta una historia, la historia de un árbol que ha vivido durante décadas en la tierra volcánica de Tenerife, que ha soportado el viento, el sol y la lluvia, que ha dado frutos y sombra, y que ahora se transforma en un objeto de arte que perdura en el tiempo.
Estas raíces son un homenaje a la naturaleza y a la cultura canaria, que reflejan el carácter y la identidad de la isla.
Son también una forma de contribuir al desarrollo local y al comercio justo, ya que se elaboran con materiales reciclados y se venden directamente por los artesanos, sin intermediarios.
Estas raíces son el regalo ideal para sorprender a alguien especial, o para darse un capricho a uno mismo.
Son objetos que no pasan desapercibidos, que llaman la atención y que generan admiración. Son raíces con alma.
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